True Story: Año 2020, la pandemia de coronavirus o covid-19 ha modificado nuestra rutina diaria y, siendo ciudadanos responsables y siguiendo las recomendaciones de las autoridades, llevamos puesta nuestra mascarilla una gran parte de la jornada. Sin embargo, a los comprobados beneficios de la mascarilla les acompañan también algunas pequeñas desventajas. 

 

¿Qué es el maskné?

Empiezas a observar un cambio molesto en la zona de la piel que suele estar cubierta por la mascarilla (mentón, mandíbula, mejillas y nariz): si nunca tuviste imperfecciones, de repente percibes tus poros más obstruidos, o te sorprende alguna espinilla esporádica. Si tenías tu piel grasa y acné más o menos controlados, ahora tus brotes son más frecuentes o han empeorado.  Cuando un granito se marcha, deja una marca o mancha, y acto seguido aparece otro nuevo.

¿Te suena? Créenos, te entendemos: está siendo bastante común, tanto que incluso se le ha dado un nombre “oficial” a este fenómeno, maskné (de mask + acne, en inglés). 

 

¿Por qué en este momento observas más acné en tu piel?

En primer lugar, como comentábamos en este otro post, durante el verano tendemos a acumular más células muertas que durante las otras estaciones del año, lo que puede causar un bloqueo de los poros. 

Por otro lado, en la piel sana reside de manera natural una población controlada de la bacteria Cutibacterium acnes. La alteración de su equilibrio podría favorecer su crecimiento excesivo y, en consecuencia, la infección del folículo piloso. Es precisamente esto lo que sucede debido al uso de mascarillas: nuestra respiración genera un ambiente húmedo y cálido, que se mantiene en el tiempo y favorece el aumento de la población bacteriana. 

A este cóctel añádele la acumulación de suciedad en las mascarillas, el uso de cosméticos inadecuados, la barrera de la piel alterada por el roce de la misma mascarilla… Todos estos factores, acompañados una producción de sebo excesiva, son el caldo de cultivo perfecto para la aparición y el desarrollo de lesiones de acné de todo tipo. 

 

¿Qué puedo hacer para evitar el maskné?

Si las cosas se están poniendo fuera de control, no lo dudes y acude a tu dermatólogo: él es el especialista en enfermedades de la piel. 

Algunos trucos “caseros” que pueden ayudarte con el acné son: realizar una limpieza o recambio frecuente de la mascarilla, secarte la piel con tisús de papel en lugar de toalla, cambiar frecuentemente tu funda de almohada, no tocarte el rostro con las manos sucias… Todas estas estrategias están destinadas a que aquello que entre en contacto con tu piel no contenga una acumulación excesiva de suciedad y/o bacterias.

A nivel cosmético puedes utilizar combinaciones de productos e ingredientes que impidan el desarrollo del maskné y, a su vez, hagan énfasis en la reparación de la piel.

¿Y qué ingredientes serían deseables? Ácido salicílico o BHA, alfahidroxiácidos o AHAs, polihidroxiácidos o PHAs, exfoliantes enzimáticos como la papaína, niacinamida , arcillas, aceite de árbol de té por sus propiedades antibacterianas (no apliques el aceite esencial directamente sobre la piel), centella asiática, ceramidas, pantenol, alantoína… Entre otros.

¿Te sientes perdida? ¡Te dejamos un ejemplo de rutina a continuación! No te preocupes, si tras leerlo todavía te quedan dudas, nuestras Beauty Advisors estarán para ayudarte. 

 

Guía para tu rutina facial contra el Maskne

1. Limpieza: Hazla efectiva y no agresiva

Una limpieza eficaz de la piel del rostro es clave para el control del maskné: deshacerte de la suciedad será vital para su mejora. Sin embargo, te recordamos que eficaz no es igual a agresiva. ¡No limpies en exceso!

Para el día, te recomendamos limpiadores en base acuosa, de pH equilibrado, cuya fórmula sea gentil con la piel. Algunos ejemplos podrían ser nuestro best-Seller el Low pH Good Morning Gel Cleanser de Cosrx, con aceite de árbol de té y BHA, el Day By Day Cleansing Gel de Sioris, con extracto de corteza de sauce negro que contiene BHAs, el  Safe Me Relief Moisture Cleansing Foam de Make P:rem o el Silky Bright Enzyme Powder Facial Wash de Osèque, con papaína.

doble limpieza coreana

Para la noche, nuestro método preferido es la doble limpieza. Tras utilizar un producto en base oleosa como el Natural Cleansing Oil de Urang o el famoso Orange Cleansing Sherbet de Aromatica, si prefieres el formato bálsamo, puedes utilizar el mismo limpiador en base acuosa que utilices por la mañana. 

 

2. Plan de ataque contra los granitos

Queremos exfoliar, pero huiremos de los exfoliasteis mecánicos; nuestra piel ya está sufriendo suficiente fricción, y si tenemos un brote activo, con estos exfoliantes corremos el riesgo de extender la infección en áreas más extensas del rostro.

El ácido salicílico o BHA es un ingrediente que ayuda a la limpieza de los poros muy recomendable en estos casos. Lo tienes en productos con aclarado (como en los que te mencionamos en el punto 1) o en productos sin aclarado, como en el Aloe BHA Toner, de Benton

Puedes complementarlo con AHAs  (nuestro producto estrella es el  Yes I Am Toner de Jumiso, con un 5.0% total de ácidos láctico y glicólico), o PHAs si tienes la piel sensible; nos encanta el PHA Peeling Toner de Benton. Lee este post sobre cómo emplear ácidos en tu rutina para saber cómo introducirlos. Es indiferente que los uses durante el día o la noche, siempre que te asegures de protegerte bien del sol (¡lee este otro post para saber cómo hacerlo bien!). 

peeling stick Dr. Oracle

De manera puntual también puedes usar productos específicos para acelerar la desaparición de los granitos, como tratamiento SOS: los 21 Stay A-Thera Peeling Stick de Dr. Oracle, con BHA, el Acence Blemish Out Pink Spot de Mizon, con calamina, AHA y BHA y el Goodbye Redness Centella Spot Cream de Benton, con centella asiática y calamina son opciones increíbles.

También puedes aplicar, una o dos veces por semana sobre las zonas donde observes más imperfecciones, productos con arcilla que ayuden a adsorber (que no absorber) el exceso de sebo, como la Pore Clay Mask de Shangpree o la Color Clay Carbonated Bubble Pack de G9SKIN.

 

3. Dale mucho amor a tu piel

¿Estás notando tu piel más sensible estos días? La mascarilla, además de favorecer el desarrollo del acné, también ejerce una fricción sobre la piel que puede irritarla. Puedes contrarrestar los efectos de este roce ayudando a tu piel a repararse con productos que la mimen. 

En textura sérum encontrarás varias opciones, como el All Day Vitamin Brightening & Balancing Facial Serum de Jumiso o el Snail Bee Ultimate Serum, de Benton, que además te ayudará con las marquitas de los granitos. No te preocupes, ¡no son nada pesados! Puedes usarlos día y noche.

En textura crema ligera, que puedes aplicar tras el sérum, nos gustan varias. Si te preocupan mucho las imperfecciones, seguro te encantará la AC Solution Cream de G9SKIN, un producto específico para el acné muy completo, con niacinamida, aceite de árbol de té y BHA.

Dos productos muy reparadores que te irán genial si observas una irritación y sensibilidad muy acusadas, son Have A Good Cream de Jumiso, con centella asiática y pantenol o la famosa Midnight Blue Calming Cream de Klairs, también con centella, karité, y ceramidas.

Si simplemente buscas una hidratación ligera que no empeore algún granito puntual, la Aloe Hyaluron Cream de Benton, con 7 tipos de ácido hialurónico o la Natural Aloe Aqua Cream de Aromatica, con aceite MCT y ceramidas, pueden cubrir muy bien tus necesidades.

 

4. Protege tu piel, always and forever

No te olvides de proteger tu piel de la radiación solar con un producto específico. ¡Sí, incluso en la piel que cubre la mascarilla! Las mascarillas no han sido testadas para examinar cuánto protegen de los rayos solares, por lo que es mejor ser previsor utilizando protección solar bajo la mascarilla.

Nuestro favorito para pieles mixtas o grasas es el gel I’m Sports, de Suntique. Para piel sensibilizada te encantará el último lanzamiento de la misma marca: I’m Medi, con dióxido de zinc. Por su formato, el stick I’m Derma te será muy cómodo para reaplicar la protección solar a lo largo del día, sea como sea tu piel.

 

5. ¿Maquillaje? Sí, pero…

Las BB Creams coreanas no solo son un maquillaje muy natural, sino que además contienen ingredientes interesantes y suelen incorporar SPF. No hay problema en que apliques una BB Cream siempre que te asegures de limpiar bien tu piel después. Eso sí, ¡recuerda sellarla con una fina capa de polvos si no quieres que te mascarilla se ponga perdida!

Sin embargo, es posible que en este momento, si sufres de maskné, prefieras ahorrarte este paso y aprovechar para enfocarte en darle a tu piel un cuidado minimalista y reparador (además, ¡debajo de la mascarilla los granitos no son visibles!). 

Una BB Cream que nos encanta para esos momentos en los que nuestra piel está alterada con imperfecciones es el Unicorn Heart Lake Cushion de meloMELI, con un alto contenido en agua de árbol de té.  Si decides no maquillar tu piel, elige una de las cremas o lociones que te hemos recomendado en los pasos anteriores. Siempre puedes irte hacia lo minimal y aprovechar para destacar tu mirada con productos como las sombritas Magic Spell Eyeshadow de meloMELI, que le dará un toque de color a tu mirada y el maravilloso lápiz de cejas Drawing Muse Eyebrow de MOART, que te ayudará a enmarcarla. 

 

¿Un resumen?

  • Limpia bien tu piel. Limpieza suave por la mañana y doble limpieza por la noche, cuando hemos llevado la mascarilla varias horas durante el día.
  • Exfoliantes mejor químicos, para evitar la fricción de los exfoliantes mecánicos. ¡Los ácidos AHA, BHA o PHA serán tus mejores aliados!
  • Para tratar los granitos de manera localizada recomendamos un producto pensado para ello y que no solo los seque, sino que los trate.
  • Reparar la piel con fórmulas minimalistas con ingredientes calmantes: centella asiática, aloe vera, niacinamida, ceramidas… La clave es hidratar y a la vez reparar.
  • La protección solar es imprescindible ¡incluso bajo la mascarilla!
  • Si quieres maquillarte sí o sí, elige una BB Cream que incluya tratamiento y protección solar y limpia bien tu piel después.
  • Por último, si ves que sus rojeces o tus brotes de granitos son muy agresivos, ¡visita a tu dermatólogo!

 

¿Te ha quedado alguna duda sobre el maskné, o sobre qué producto deberías utilizar para tu tipo de piel? Te leemos en comentarios.

Amparo Violero y Maria Altur