En el anterior post ahondamos en los diferentes orígenes que los ingredientes utilizados en cosmética pueden tener – si no lo has leído haz clic aquí. Pero, ¿qué tipos de productos pueden formar estos ingredientes? ¿Para qué sirven? ¿Realmente todos los ingredientes enumerados en la etiqueta de un producto cumplen una función? ¿Por qué tienen nombres tan curiosos?

En este post seguiremos ahondando en algunos conceptos esenciales para entender cómo funcionan las fórmulas. ¡Atenta!

¿Qué formas cosméticas existen?

Primero que nada, es fundamental que conozcas que los productos cosméticos pueden presentarse con distintas texturas o formas cosméticas.  Cada una de estas texturas posee un rango de proporción entre sus ingredientes distinto. En realidad es bastante lógico e intuitivo, seguro que ya te habías dado cuenta y ya conoces tus texturas preferidas. En general, y aunque existen formas intermedias o modificadas, las formas cosméticas más comunes son:

Soluciones acuosas (hidrófilas)

Son productos líquidos cuyo componente mayoritario es un disolvente en el que se disuelven otros componentes. Las más frecuentes tienen el agua como componente mayoritario, como en el caso de tónicos, foam cleansers o esencias; o con otros componentes mayoritarios, como podría ser el alcohol de los perfumes.

Soluciones oleosas (lipófilas)

Son productos líquidos de tacto aceitoso, como los aceites y bálsamos limpiadores, los aceites faciales. En ellos el componente mayoritario es, para que lo entendamos fácilmente, un ingrediente con alta afinidad por aceites (lipófilo) en el que se disuelven estos aceites.

Geles

Son productos semi-sólidos de textura fresca, como los geles de aloe veralas cremas en formato gel y algunos sérums. En realidad, son líquidos a los que se les añade un agente gelificante que forma una “red” en la que el líquido queda suspendido. A modo de ejemplo, imagina una esponja empapada de agua: la estructura de la esponja sería el agente gelificante, y el agua sería el líquido suspendido. La gelatina comestible es otro buen ejemplo para comprender mejor la estructura de los geles. Dependiendo de la cantidad y el tipo de agente gelificante, el producto será más viscoso o menos.

Emulsiones

Las cremas de toda la vida. Son mezclas de ingredientes acuosos y oleosos, pero como bien sabes ¡el agua y el aceite no se mezclan bien! Para ello se añade uno o varios emulsionantes que ayudan a que agua y aceites se mantengan unidos de manera homogénea y no se separen. ¿En qué se traduce esto? Son texturas que pueden ir de ligeras a muy ricas, dependiendo de sus ingredientes, y que proporcionan a la piel humectación, emoliencia e impiden la pérdida de agua.

¿Qué funciones pueden cumplir los ingredientes?

Absolutamente todos los ingredientes de una fórmula cumplen una función específica. En su equilibrio (savoir faire del equipo de formuladores) y calidad radica la efectividad y sensaciones que el producto muestre en la piel o el cabello. Hay muchísimas distintas, pero vamos a revisar algunas de las más frecuentes.

Solvente

Es el componente que participa en mayor proporción en las soluciones acuosas, en los geles y en muchas emulsiones. Normalmente es el agua destilada, aunque también pueden serlo distintas aguas florales, como la de abedul (Betulla platyphylla japonica juice) en la Birch Juice Hydro Essence Skin de E Nature, extractos acuosos como el de caracol (Snail Secretion Filtrate) en la Snail Bee High Content Steam Cream de Benton o el ya más conocido alcohol.

Humectantes

Son ingredientes que retrasan la pérdida de humedad de la piel debida a la transpiración, es decir, tienen un efecto hidratante. Se encuentran en casi todas las formas cosméticas. Búscalos con nombres como Glycerin, Propylene glycol Butylene glycol, presentes en la mayoría de las mascarillas de celulosa. A ellos les debes la magnífica sensación de hidratación que proporcionan.

Acondicionadores de la piel

Dentro de esta categoría entran una gran variedad de ingredientes cuyo objetivo común es acondicionar la piel, esto es, proporcionarle cualidades como suavidad, emoliencia, evanescencia, luminosidad, y un sinfín más. También se encuentran en casi todas las formas cosméticas. Algunos de ellos: el extracto de centella asiática (Centella asiatica extract),que es calmante y suavizante; o la Dimethicone, silicona que proporciona un extra de suavidad y protección a la piel.

Emulsionantes

Ellos permiten que las emulsiones se mantengan estables y su contenido en agua y aceite no se separe. Naturales o sintéticos, los encontrarás en todas las cremas en forma de Cetearyl Olivate, Glyceryl Stearate SE

Filtros UV

Súper útiles para protegerte de las agresiones del agente oxidante por excelencia: el sol. Los hay de dos tipos, orgánicos (químicos), que absorben y transforman las radiaciones, como el Ethylhexyl Methoxycinnamateen el White In Creamy Cushion de G9SKIN; y minerales (físicos), que ejercen de espejo reflejando la radiación, como el Zinc Oxide en el mismo producto. También sirven para que los productos se mantengan estables a pesar de encontrarse bajo la luz.

Antioxidantes

Como la vitamina C (Sodium Ascorbyl Phosphateen la Sheep Animal Mask de Berrisom) o la vitamina E (Tocopherolen el Vitamin Oil Serum de Urang), se encargan de que los productos no se oxiden y pierdan propiedades, y a su vez le proporcionan a tu piel sus beneficios contra los radicales libres (antiedad, antipolución).

Conservantes

Necesarios para que la mayoría de tus productos que contienen agua puedan mantenerse libres de microorganismos y sean aptos para su uso durante un periodo largo de tiempo. De no añadirse, ¡los productos tendrían una vida útil mucho menor! Los encontrarás con millones de nombres, entre ellos el Sodium Benzoate o los muy denigrados parabenos, de los cuales no tienes nada que temer (hablaremos de ello en el futuro próximo). ¿Te imaginas tener que sustituir tus productos cada semana si los cosméticos no incluyeran conservantes?

Perfumes

Necesarios, necesarios, no son, pero… ¡Qué placentero es aplicarse un producto en el rostro y que te envuelva un maravilloso aroma! Lo encontrarás como Parfum. A veces el perfume del producto lo componen una serie de aceites esenciales naturales, como en el Calendula Facial Soap de Binu. Hay algunas personas que pueden tener alergia a algunos componentes del perfume, es por ello que algunos productos se formulan sin él, para que todo el mundo pueda disfrutar de los cosméticos: este es el caso de los productos de la marca Benton. En los productos para ojos tampoco suelen estar presentes: es una zona muy delicada.

¿Por qué tienen nombres tan curiosos?

¿Alguna vez te has preguntado por qué se le llama INCI a la lista de ingredientes de un producto? INCI significa International Nomenclature for Cosmetic Ingredients (Nomenclatura Internacional para Ingredientes Cosméticos) y es un sistema internacional para nombrar a los ingredientes cosméticos, de manera que cualquier persona en el mundo pueda leerlos y entenderlos sin importar el idioma del país. Es una especie de lengua común de la que muy pronto hablaremos más extendidamente.

Pero… ¿Son todos necesarios?

Sí y no. ¡Te contamos!
  • En cada fórmula, existe una parte básica a la que se le llama “chasis”, que define las propiedades básicas del producto y lo mantiene estable durante todo su periodo de vida útil hasta su fecha de caducidad. Esta parte de chasis no es prescindible, aunque algunos de sus elementos no tengan una función directa sobre la piel, porque sí la tienen sobre la fórmula. Por ejemplo, observa que en muchas fórmulas de cremas, lociones o geles aparecen ingredientes como Carbomer o Acrylates, cuya función principal es producir una red tridimensional que mantenga la viscosidad del producto constante durante un largo periodo de tiempo (en otras palabras: que la textura de tu crema no se altere debido a factores externos, como el calor, sino que la mantenga durante un largo tiempo. Reguladores de la reología, solventes, conservantes, reguladores del pH, emulsionantes, quelantes… Forman todos partes del chasis del producto.
  • Otros ingredientes, tales como los extractos naturales o los tipos concretos de aceites vegetales que aparecen en la lista de ingredientes pueden cumplir funciones sobre la piel o, si su % en la fórmula es inferior a la dosis a la que son eficaces, cumplir una función conceptual de producto, es decir, hacerlo más atractivo para el consumidor en términos de marketing. Por ejemplo, un extracto de regaliz (Glizyrrhiza Glabra Root Extract) puede ser eficaz para combatir manchas en la piel si se incorpora a determinado %; pero si se añade a un menor % puede cumplir simplemente una función conceptual, hacer que el producto sea más atractivo para el consumidor y conectar con él cuando éste lea que el producto contiene regaliz, ya que todos conocemos el regaliz. Porque, admitámoslo: esos extractos naturales que aparecen en la lista de ingredientes de un producto ¡lo hacen menos aburrido!

  • Los perfumes y los colorantes cumplen una función sensorial, es decir, que el producto tenga un color sorprendente o un aroma que te haga desear aplicarlo.
  • Y finalmente, los más conocidos: los activos. Estos ingredientes sí tienen un efecto sobre la piel pero de nuevo, ¡atenta! Para ser eficaces deben estar formulados a un determinado %, pH, acompañados por otros, etc. ¡La formulación es un verdadero arte!
AMPARO VIOLERO