Lo más habitual es que se incorporen en productos sin aclarado que se aplican justo tras la limpieza, como tónicos y sérums, y en ocasiones tanto también se encuentran en algunas cremas y limpiadores.

Para comenzarlos a usar y aprovecharlos al máximo:

  1. ¿Qué ácido elijo? Elige el ácido que mejor se ajuste a tus objetivos y al estado actual de tu piel (más sensible o menos). Para ayudarte a elegir, te hemos preparado la tabla que verás más abajo. En caso de que tu piel esté alterada con acné, rosácea, dermatitis… Consulta primero con tu dermatólogo. Por supuesto, es muy recomendable empezar con los ácidos menos potentes (como los PHAs, el ácido láctico o ácido salicílico a un pH entre 5 y 7) y proseguir en el largo plazo aumentando poco a poco la concentración con ácidos más potentes, en respuesta a la tolerancia que observes en tu piel
  2. ¿En qué tipo de producto? Si tu piel es particularmente sensible, puedes probar primero incorporándolos en productos de aclarado (como en el caso de los limpiadores con BHAs) o utilizando un producto de leave-ony aclarándolo tras unas horas, aunque no se indique en la etiqueta que debe aclararse. Si notas cierto ardor al principio y te resulta molesto, puedes mezclar el producto con una hidratante hasta que tu piel se acostumbre al ácido.
  3. Modo de empleo: Déjalos actuar sin aplicar ningún otro producto a continuación durante 5 minutos; si ya estás acostumbrada a ellos, puedes ampliar este espacio de tiempo a 15-20 o incluso 30 minutos. Esto se debe a que, si aplicases otro producto de inmediato con un pH superior, el producto con ácidos ya no sería tan eficaz.
  4. ¿Cuándo? Utilízalos siempre de noche: aunque la fotosensibilidad que pueden producir los AHAs se mantiene mientras dura el tratamiento y hasta una semana después, lo más indicado sería usarlos de noche porque es el momento en que probablemente más tiempo tengas para dejarlos actuar durante un ratito sin aplicar otro cosmético inmediatamente después.
  5. ¿Con qué frecuencia? Para comenzar es recomendable que la frecuencia en que los utilices sea de uno o dos noches por semana y observes cómo reacciona tu piel: si todo va bien, podrás aumentar la frecuencia hasta utilizarlos cada dos noches o a diario.
  6. ¿Cómo los introduzco? Incorpóralos uno a uno: así puedes determinar mejor cómo reacciona tu piel a ellos que si comienzas mezclando varios. Un buen intervalo de transición entre la introducción de un nuevo producto podría ser de un mes como mínimo, durante el cual mantendrías el uso del producto aumentando la frecuencia; y en caso de éxito, el mes siguiente podrías aumentar la potencia. Como hemos dicho, los AHAs pueden causar sensibilidad al sol, por lo que es necesario el uso de protector solar mientras se estén utilizando y durante la semana posterior a dejar de hacerlo; en caso contrario es posible que, en lugar de conseguir una piel con mejor aspecto, obtengamos justo lo contrario. En cualquier caso, ya sabes que el tratamiento antienvejecimiento más efectivo es el uso de un buen protector solar: te recomendamos utilizarlo todos los días del año, sin importar qué otros tratamientos estés empleando, tal como comentamos en este artículo.
¡Y hasta aquí por hoy! ¿Te ha quedado alguna duda? Desde MiiN estaremos encantados de ayudarte a elegir el mejor producto con ácidos para ti. Además, pronto volveremos con un montón de información sobre otros ácidos cosméticos, como el ascórbico (Vitamina C) o el hialurónico. ¡Mantente alerta!
Amparo Violero