Te ponemos en situación: Has perdido tu labial favorito en el fondo de un bolso y, años después, ha aparecido milagrosamente (o lo ha encontrado mamá, porque las madres lo encuentran todo…). O, te han propuesto de repente un fin de semana en la playa y todavía te queda un resto de protector solar de la temporada pasada. O incluso, has querido alargar la vida de esa máscara de pestañas reseca con un poquito de aceite de ricino.
Seguramente llegada cualquiera de estas situaciones te habrás preguntado si todavía podías usar ese producto sin correr riesgos. Nosotras también hemos estado ahí.
Hoy hemos creado este post para ayudarte a resolver esta duda tan común y que puedas tomar buenas decisiones de uso (¡y de compra!) en el futuro que protejan tu salud y tu bolsillo.
La estabilidad
En primer lugar, necesitas saber qué es la estabilidadde un cosmético. La estabilidad es la capacidad de un producto de mantener sus cualidades inalteradas a lo largo del tiempo. Dicho de otra manera, es la habilidad de una fórmula para permanecer intacta y con todas sus propiedades durante el transcurso del tiempo, de modo que siga siendo apta para su empleo sin implicar ningún riesgo para la salud humana.
Quizá lo entiendas mejor mediante un ejemplo simple. Piensa en cualquier salsa casera, por ejemplo, una mayonesa. Después de prepararla, la mayonesa se mantendrá apta para tu consumo (estable) durante un tiempo específico (aproximadamente 24 horas) y en determinadas condiciones recomendadas de envasado (en envase cerrado), almacenamiento (refrigerada), etc. Transcurrido este intervalo de tiempo, la mayonesa ya no será apta para su consumo (ya no será estable).
Cuando un producto ya no es estable, se dice coloquialmente que está “caducado” o, de forma más técnica, que ha superado su fecha de durabilidad mínima.
¿De qué depende la estabilidad de un cosmético?
Por supuesto, lo ideal para todos (formuladores y consumidores) sería disponer de productos cuya estabilidad fuera tan alta que no caducasen nunca. ¡Sería un sueño! Podríamos guardar tanto en almacenes como en casa ese producto que tanto nos gusta durante años.
Sin embargo, la realidad es muy distinta y los cosméticos tienen una estabilidad limitada que depende de:
- Factores físicoscomo la temperatura ambiental, la calidad de la red interna del producto (en emulsiones y geles) o su exposición a la luz. Por ejemplo, una temperatura alta podría causar que un producto se derritiese o una luz muy potente como la del foco directo en una tienda podría causar que un producto cambiase de color.
- Factores químicoscomo el grado de interacción entre las moléculas del producto, o entre ellas y las moléculas del envase. Por ejemplo, si un envase permitiese el paso de aire entre el producto y el exterior, podría causar que el perfume del producto se modificase con el tiempo.
- Factores microbiológicos, que se refieren a la capacidad del producto para limitar el crecimiento de microorganismos (bacterias y mohos y levaduras). Por ejemplo, si el producto no contiene los conservantes adecuados, podría causar que las bacterias se multiplicaran en su interior y éstas, al aplicarse sobre la piel, producir infecciones.
¿Cómo se mide la estabilidad de un cosmético?
Para asegurarnos de que todo esté bajo control y de que puedas usar tu producto sin inconvenientes, previamente al lanzamiento del producto se lo somete a diferentes experimentos que simulan condiciones extremas (por ejemplo, a diferentes niveles de temperatura, humedad, luz, etc.) durante determinado tiempo. De esta forma los laboratorios son capaces de predecir diversos datos, entre ellos los más importantes:
- La fecha de duración mínima (BBE):Es la “fecha de caducidad” de un producto, el tiempo exacto durante el cual el producto es estable tras su fabricación. Se indica en el etiquetado la fecha acompañada por el símbolo del reloj de arena o precedida por la frase “Best before end of” o “Exp.”.
- El PAO: Cuando la fecha de duración mínima es superior a 30 meses, se suele reemplazar por el PAO. El PAO o “Period After Opening” es el plazo durante el cual el producto será estable, pero ya no desde su fabricación sino desde su apertura.
BBE y PAO se predicen en base a las condiciones recomendadas de uso y almacenamiento, de modo que si no se cumplen estas recomendaciones los plazos en los que el producto se mantendrá inalterado se modificarán. Por ejemplo, si en el envase se menciona “Guardar alejado de la luz solar” pero el producto se guarda al sol, su BBE se acortará.
Preguntas frecuentes acerca de la estabilidad cosmética
- ¿Qué pasa si utilizo un producto que supera el BBE o el PAO?
Por todo lo explicado anteriormente, no te lo recomendamos en absoluto. Transcurridas estas fechas, no es posible garantizar que el producto sea estable y el laboratorio no tiene la responsabilidad legal de hacerse cargo de cualquier reacción adversa.
Es posible que tras este plazo el producto no conserve sus propiedades para la piel, con lo cual no estarías proporcionando a tu piel los activos que deseas. Pero lo que es peor, es que tras este plazo se multiplica la probabilidad de que el producto contenga una carga de microorganismos peligrosa para tu salud. Esto es especialmente importante en productos para ojos y contorno de ojos, bebés, personas inmunodeprimidas, etc.
Desde MiiN sabemos que es complicado recordar cuándo has comenzado un producto y para ello siempre te surtimos de pegatinas donde puedes escribir la fecha de apertura. ¡Es un truco genial!
- ¿Qué productos son menos estables (“caducan” antes)?
A modo general, los productos para ojos (máscaras, eyeliner, contorno de ojos) son los de caducidad más corta, pues están en contacto con una zona muy vulnerable a una posible infección. Por favor, ¡tíralos una vez expirados! Y por descontado, no los compartas con nadie. ¡Ah! Añadiendo aceite a tu máscara de pestañas estás reduciendo la capacidad de la fórmula para conservarse y estás de alguna manera poniendo en peligro tu vista.
A los protectores solares también se les predice una fecha corta, dado que por un lado se presupone que en sus condiciones de uso previsibles pueden estar expuestos a alta temperatura y radiación (ambientes de playa, en la guantera de un coche…) y por otro, es de vital importancia que tengan la eficacia necesaria para protegerte con el factor de protección indicado. Es importante pues mantenerlos lo más alejados posible del calor y la luz, quizá bajo la agradable sombra de una sombrilla.
Grosso modo, los productos sin conservantes serán también más sensibles que los robustamente conservados y/o anhidros (sin agua): esto se debe a que los microorganismos sólo son capaces de multiplicarse en presencia de humedad. Los productos con aceites como los de Urang contienen antioxidantes, pero éstos tienen una capacidad limitada para frenar su oxidación: cuando dejan de funcionar, los aceites comienzan a oxidarse (“enranciarse”). Los productos naturales y/o certificados suelen contener conservantes débiles que no son capaces de mantener la estabilidad durante un plazo tan largo como otros conservantes, por lo cual pueden mostrar una caducidad más corta.
La estabilidad también depende del envase: los envases más opacos y de materiales inertes, como por ejemplo el vidrio oscuro, proporcionan una mayor estabilidad. También los envases con un buen cierre y/o a los que los microorganismos tienen difícil acceso, como los tubos, airless, botellas con pump, aerosoles…
Crucial también: No reutilices las mascarillas de celulosa (sheet masks). La mayoría de sus fórmulas contienen conservantes débiles y/o están preparadas para ser de un solo uso, siendo su envase el que se encarga de proteger la formula; de modo que una vez abiertas pierde su capacidad conservante. (
Tipo de producto | BBE/PAO orientativo |
Mascarillas de celulosa y muestras monodosis | De usar y tirar |
Productos en contacto directo con los ojos (eyeliner, máscara de pestañas) |
1-6 meses |
Productos para contorno de ojos o para menores de 3 años |
6-12 meses |
Productos de protección solar | 12 meses |
Hidratantes faciales y corporales | 12-18 meses |
Aceites | 1-6 meses |
Limpiadores acuosos y tónicos | 12-18 meses |
Barras de labios | 12-36 meses |
- ¿Influye en algo que no haya guardado el producto según las condiciones de almacenamiento recomendadas?
¡Por supuesto que sí! Como hemos explicado antes, PAO y BBE se calculan en base a unas condiciones de uso razonablemente previsibles. Si el almacenamiento es negligente, la estabilidad del producto se verá comprometida.
Estas recomendaciones aparecerán en el etiquetado; de no aparecer, nuestro consejo general es que no guardes tus productos de cuidado de la piel en el cuarto de baño (en esta estancia se acumulan calor y humedad) sino en un lugar fresco, seco y alejado de la luz, como en tu tocador o estantería.
Sobre almacenar los productos en la nevera: si no está especificado en la etiqueta, no lo consideramos necesario, ¡a no ser que vivas en un clima súper cálido! Para determinados productos, ser guardados en la nevera o congelador puede ser incluso perjudicial.
- ¿Es mejor mantener alejados de la luz a los productos con activos susceptibles de oxidarse, como Freshly Juiced Vitamin Drop de Klairs, que contiene ácido ascórbico (Vitamina C)?
Totalmente. Mantenerlos a la vista es muy tentador (¡son tan bonitos!), pero si quieres disfrutar de toda su efectividad, es mejor que no los expongas a la luz o se oxidarán más rápido y perderán sus propiedades. Idea: ¡Guárdalos en su caja! Protegen el producto del sol y además tendrás toda la información del etiquetado disponible en todo momento.
- ¿Cómo sé que un producto está fuera de su BBE o PAO?
Con las pegatinas de MiiN te será súper fácil saberlo. No obstante, los productos que ya no son estables suelen mostrar signos evidentes: huelen diferente, cambian de color, se separan en fases (el aceite se “suelta” del resto de la emulsión”), se modifica su consistencia, precipitan los pigmentos…
- ¿Qué hacer cuando un producto ha caducado?
Esperamos que no te suceda nunca, ya que es muy triste tener que desechar un producto que te gusta, pero si ves cualquiera de los signos anteriores sé precavida y tíralo. Hoy en día la mayoría de los envases son reciclables por partes, y cada vez de materiales más eco-friendlycomo el vidrio. Puedes limpiar los tarros antiguos y utilizarlos para guardar pequeños objetos como joyas, monedas, etc.
Consejo extra: compra tus cosméticos cuando estés cerca de consumir tu producto anterior. De este modo evitarás la acumulación de productos en tu estante y que caduquen sin haberlos disfrutado.
Amparo Violero
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